(..) La mayoría de los objetos hallados en el norte, oeste y sureste de España durante lo años 400 – 430, corresponden a elementos de procedencia germánica oriental, que se vinculan al conjunto popular vándalo. Entre estos restos más destacados figuran una spatha de beja, el fragmento de un puñal que se conserva en el museo arqueológico de Barcelona, los broches de oro de Bueu (Pontevedra), los restos de una tumba femenina del teatro romano de Malaga, el collarín de oro del Albaiciin en Granada, o las fibulas de láminas de plata de Calzadilla (Sevilla)
La mayoría de estos objetos tienen una gran calidad con fabricación de metales nobles, correspondientes a elementos básicos para un guerrero, como eran la espada o el puñal, para demostrar el estamento o jerarquización social a la que pertenecían.
Un gran porcentaje de los objetos hallados en estas tumbas corresponden a las primeras décadas del siglo V, y se asocian con un grupo social muy bien definido perteneciente la aristocracia militar o nobleza (vándala o alana). Así se entiende el enterramiento de la mujer de Málaga en los que se encontraron además elementos de carácter pagano
(G.G.KONING “Wandalische grabfunde des 5. Und 6. Jhs “ XXII 1981, pag 354).
(G.G.KONING “Wandalische grabfunde des 5. Und 6. Jhs “ XXII 1981, pag 354).
Ahora bien, se encuentran también hallazgos arqueológicos que corresponden a todas las capas sociales germánicas del mismo pueblo, como las fíbulas de ballesta que no tienen metales nobles. Estos restos demuestran que estamos en una época de migración de las huestes vandálicas tras la presión romana hasta que llegan a la Betica (Spa) Estas gentes pudieron hacer un parón por esos territorios entre el 420 – 422. La abundancia de este tipo de fibulas de escaso valor, relata nuevamente la importancia de la población libre, pero también no libre que acompaño al grueso vándalo en sus expediciones y asentamientos en España.
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