Ahora hemos de decir de los Suevos, los cuales no son una gente sola, como los Catos o los Tencteros, sino muchas y diferentes naciones, y con propios nombres cada una, aunque en común se llaman Suevos y ocupan la mayor parte de Germania. La insignia de esta gente es enrizarse el cabello y atarle con un nudo. Con esto se diferencian los Suevos de los demás Germanos, y los libres de ellos de los esclavos. Entre las otras gentes se usa poco esto, sino algunos que han emparentado con los Suevos, o por imitarlos, como se suele, pero ninguno lo hace pasados los años de la mocedad. Los Suevos, aun después de canos, andan con el cabello en aquella forma, que causa horror, echado atrás sobre las espaldas, y muchas veces le atan solamente en lo alto de la cabeza. Los príncipes le traen con más curiosidad, y este cuidado tienen de la compostura de su rostro, pero sin mala intención ni culpa; porque no se adornan de esta manera para amar o ser amados, sino que habiendo de ir a las batallas, piensan que con traer el cabello, levantado en esta forma han de causar terror al enemigo cuando pusiere los ojos en ellos.
Cornelio Tacito - La Germania- XXXVIII.
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