En las tumbas visigodas no era frecuente encontrar armas en los enterramientos de guerreros, razón que sigue siendo un misterio a día de hoy, especialmente cuando hablamos de una sociedad guerrera como la goda. Aun así en algunas necrópolis se rompe esta “tónica común” y los muertos fueron enterrados junto a sus ajuares y armas. Principalmente abundan las puntas de lanza, fíbulas, sax y algunas spathas.
A la imagen del sax encontrado en el valle de Henares (Madrid), (siglo VII) le acompañan algunas imágenes recreando un enterramiento longobardo, gracias al grupo de recreación italiano de: La Fara Aduinson
No hay comentarios:
Publicar un comentario