(..) Es conocido el caso de la estirpe hasdinga de los vándalos que habían servido en el ejercito romano formando parte de lo que se conoce como el ala octava vandalorum, según nos refiere la Notitia Dignitatum (ND Or., 28.25). Tanto en uno como en otro caso estos individuos, además de elementos de vestimenta típicamente romana, portarían igualmente una parafernalia germánica. Sabemos, además, que muchos de estos bárbaros enrolados en el ejército romano y que fueron activos en la Galia y en Hispania procedían de la cuenca media del Danubio, y que son, en este sentido, portadores de lo que se ha denominado, con gran acierto en nuestra opinión, como “moda danubiana” (Kazanski 1989, 59,73; 1997, 286-287).
Sabemos por ejemplo, que entre el 332 y 337, un número indeterminado de Vándalos de estirpe hasdinga derrotados por Genserico penetraron en las dos Panonias para servir como auxiliares de las tropas de Constantino (javer Pampliega 1998, 202 – Los germanos en España -.
Estos mismos grupos de vándalos habrían entrado allí en contacto con grupos de marcomanos y cuados (integrados en el conjunto popular suevo que llegó a Hispania) en el siglo IV. Mostrando los restos arqueológicos de estos conjuntos de gentes muy “vandalizados”, una profunda aristocratización visible en sus ricas tumbas principescas. (..)
La presencia germánica en Hispania en el siglo V – Jorge López Quiroga
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