La tierra de campos es una gran extensión de terreno llano situado al
norte de la península ibérica, dentro de la comunidad de Castilla y León, compuesta mayormente por las provincias de Palencia, Valladolid, Zamora y León.
Genéricamente son tierras llanas, sin apenas accidentes geográficos importantes,
compuestas por grandes campos de trigo y extensos pinares de pino Mediterraneo.
Antaño todas estas tierras fueron conocidas como los campos goticos (campi gothorum) y anteriormente con el
nombre de campus Gallaeceae, o campos
de Gallaecia. Parece evidente deducir que el término de campos Gallaeceae se
debe a la provincia romana de Gallaecia, la cual en diferentes periodos del
tiempo se extendió administrativamente a toda esa zona, llegando incluso a la
Castilla primitiva (aun no existente),
conocida como Clunia.
Extensión de la provincia de Gallaecia en el año 411. Momento en el que se reparten las provincias romanas entre los bárbaros llegados en la invasión del 409 |
En el siglo V la península se ve desbordada por la llegada de grupos
invasores barbaros llegados desde centro Europa. Suevos, vándalos, alanos, y
más tarde visigodos. los suevos, a priorí el grupo menos numeroso, se asentaría
en la provincia romana de Gallaecia tras el reparto del 411. Con
el paso de los años, vándalos y alanos serían derrotados por los visigodos
federados de Roma al mando del rey Walia, dejando a los suevos como único grupo
invasor militar en toda la Hispania Romana.
Fue precisamente ese el momento elegido por los monarcas suevos
descendientes de Hermerico para iniciar una política de casamientos, saqueos y
expansión de su reino por España.
los reyes Requila y Requiario
alcanzaron su máximo dominio en la península Ibérica. Es más, no sería para
nada exagerado añadir que la península pudo haber sido sueva y no goda si el
devenir histórico hubiera continuado por el mismo camino iniciado por estos dos
monarca.
Al respecto el historiador Pablo Díaz en su libro el reino suevo, nos
cuenta:
.
Tras la entrada de Requila en
Merida en el año 440, la capital de Lusitania se convierte en el centro del
poder Suevo, que tras una serie de campañas sucesivas, parece extenderse
también a las otras dos provincias meridionales. Probablemente no se logro
un poder político efectivo, limitándose a
periódicas incursiones de saqueo, (Nde -probablemente por el escaso número
de población efectiva de los suevos. Algo que siempre se ha comentado en todos
los estudios como impedimento real para poder controlar grandes extensiones de
terreno por parte de este pueblo).
No obstante con la toma de
Sevilla se genera un importante eje de poder entre dos de las ciudades más
importantes de la Hispania meridional. A partir del 449 Rechiario desplaza su
atención hacia el norte. Ignoramos si fue suya la iniciativa de casarse con la
hija del rey visigodo; pudo ser parte de la política de TeodoricoI que casó
a otra de sus hijas con el vándalo Humerico, pero el hecho mismo
implica la voluntad de una negociación política que pudo tener como finalidad
el reparto de territorios o áreas de influencia. Los intereses de ambos en ese
momento, parecían concluir en el control de la Tarraconense (NdE - la provincia más romanizada,
especialmente en su franja mediterránea o en torno a las ciudades mas
importantes de época romana). De
hecho hemos visto a Requiario atacar a los vascones, seguramente en su tránsito
por los pirineos occidentales hacia la corte de su suegro y, de regreso,
saquear Lerida y el territorio de Zaragoza, según Hidacio en colaboración con
el bagauda Basilio, con quien coincidirá en un interés común contra el imperio,
aunque Isidoro de Sevilla dice que fue en compañía de godos, lo que encajaría
mejor con la coyuntura diplomática y política del momento. Sin embargo el
acuerdo de romanos y visigodos del 451 detiene el avance suevo hacia Tarraconse.
Desde ese momento los suevos parecen
centrarse únicamente en Gallaecia, siendo posiblemente en esa década (entre el
450 al 460) cuando se establece finalmente la capital del reino en Braga, aun
cuando esto último no solo sea difícil de resolver, sino a la par difícil de
demostrar.
En el 456 Teodorico II como
federado de roma, entra en la península ibérica con un ejército godo apoyado
por guerreros bungundios y tras establecer combate contra los suevos, detiene
el avance de estos, marcando un final a su reino y sueño de control de la
península. La gloria de Requiario y la dinastía iniciada años atrás por su
abuelo Hermerico, se ven truncadas. Con ello se pone fin al intento suevo de
crear en España por primera vez una monarquía germánica que dejara atrás el
concepto tribal para consolidarse como una monarquía territorial.
Como Díaz avanza, la expansión de los suevos de Rechiario controló
grosso modo toda la península ibérica, si bien en algunas zonas su control no
era mas que militar. Se puede decir que ejercían un control en toda Gallaecia
de corte guerrero. Saqueaban zonas concretas al no existir ningún oponente
militar capaz de parar sus pies en aquellos años. Tan solo cuando atacaron la
Tarraconense saltándose los tratados, pusieron en marcha un poder militar
suficientemente potente como para detenerles.
En el 456 un ejercito comandado por Teodorico II y varios pueblos
germanicos, como los burgundios, atravesaron los Pirineos y marcharon hacía la
capital del reino Suevo (Bracara) con la intención de aplastar a los hombres de
Requiario. La batalla tuvo lugar en el rio Orbigo, en León. Se supone que los
suevos no esperaban esta respuesta o ataque, ya que no salieron al encuentro de
los godos cuando estos estaban ya prácticamente
encima.
Sea como fuere lo cierto es que los suevos, bastante menos numerosos,
fueron destrozados por los godos de Teodorico II. Hidacio describió el saqueo
de grandes ciudades suevas y un salvajismo terrible por parte de los visigodos,
burgundios y francos. Desde ese momento el intento de expansión y control de la
península por parte de los suevos cesó por completo, quedándose arrinconados en
el noroeste de la península. Ahí se creó el reino de Gallaecia, el primer reino
de España antes de la llegada de los visigodos. Un reino que puso haber sido
mucho más, pero que lamentablemente quedó en un intento.
A partir de ese momento Teodorico II, pondría al mando de Gallaecia al
varno Aiulfo. Nuevamente Pablo Díaz nos dice:
Acerca de este personaje los
datos que disponemos son dudosos y no aclaran demasiado. Por un lado Hidacio
nos dice que “abandonó a los godos”, y por otro Jordanes le denomina traidor.
Lo que parece evidente es que con el paso de los años Aiulfo se dejó seducir
por el poder, y bien aliándose con los suevos intentó reconocerse como rey de
Gallaecia, o bien narcotizado de poder decidió proclamarse rey o soberano de Gallaecia con demasiada
autonomía para lo que los godos consideraban. Sea como fuere, es jordanes
también quien nos aclara su final. Teodorico II manda nuevamente tropas a
Gallaecia para poner fin al sueño de Aiulfo. Nuevamente llega una inestabilidad
al reino de Gallaecia, pues tras la muerte de Aiulfo, los suevos del norte
designan como caudillo a Maldras quien ha de imponerse a una facción de suevos
que reconoce como rey a Framtano. Este último no dura mucho en el poder, y es
sustituido por Remismundo, de quien se dice que buscó ayuda entre los godos de
la corte de Tolosa para aspirar al poder. En cualquier caso vemos.
Tras la derrota de Requila por los ejércitos godos de Teodorico II, Gallaecia, antiguo reino suevo, cae en diferentes conflictos civiles por mantener el poder y control del trono. |
Tras la batalla del río Orbigo y el saqueo de las tierras suevas a
manos de los soldados de Teodorico II, Los suevos comenzaron una serie de
conflictos civiles dentro de su propio reino. Es posible que alimentados por
intereses geopolíticos desde fuera, como diríamos hoy, es posible que por
simple lógica natural ante una ausencia de poder. Lo cierto es que desde ese
momento, parece ser que la tierra de campos, fue ocupada por grandes grupos de
tropas godas a modo de destacamentos militares para impedir una nueva expansión
de los suevos hacía la Tarraconensis. Es entonces donde pasó su nombre de
campos de Gallaecia, a Campi Gothorum, o campos de los godos. Otra teoría
cuenta que le viene el nombre al ser la primera zona donde se asentaron los
visigodos en su totalidad tras perder el reino de Tolosa a manos de los
Francos. Es posible que en el fondo, las dos teorías sean ciertas. Por un lado
se asentaron tropas godas para evitar una nueva expansión, o tentación de expansión
de los suevos. AL tiempo que fue donde llegaron los godos exiliados tras la
derrota de voullie, precisamente por ser una zona donde ya había asentamientos
de ellos.
Alvar Ordoño
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